SOBRE LA PROMOCIÓN Y DIFUSIÓN DE LA CULTURA DEL ACEITE DE OLIVA
La Consejera de Agricultura, nos animaba el otro día, a los olivareros, y a todo el sector oleícola a que continuemos apostando por la calidad. Es “esencial la calidad de los aceites de oliva”, pues nos movemos en un mercado cada vez más exigente y globalizado.
Bueno, nada nuevo, eso lo sabemos los agricultores y el que más y el que menos hace todo lo posible por obtener en su explotación, la máxima calidad en sus productos, teniendo en cuenta, ya se sabe, las circunstancias climatológicas que se nos escapan , como por ejemplo la ausencia de lluvia que arrastramos en este otoño invierno.
Parece ser que la Unión Europea quiere contribuir también, y prepara una norma, que entrará en vigor en diciembre de 2014, relacionada con cambios en el etiquetado del aceite de oliva. El objetivo no es otro, según Bruselas, que evitar engaños al consumidor. Esto es interesante, a ver si se controla de una vez por todas las prácticas fraudulentas que se usan en muchas etiquetas.
La norma va a incidir en que se actualicen elementos relacionados con la comercialización y con el etiquetado del aceite de oliva. Quieren evitar que el etiquetado induzca a error al posible consumidor, evitando por ejemplo, la letra pequeña que a veces su utiliza en algunos productos, con tipografía diferente a la del resto de la etiqueta. Y también se incorpora una vieja pretensión que ansiaba el sector: va a ser obligatorio indicar en el envase que este debe conservarse al abrigo de la luz y el calor, con el objeto de que el aceite se conserve durante más tiempo, con las garantías para el consumidor.
Lo que si será voluntario en la etiqueta será lo relacionado con el año de recogida.
Hay muchos consumidores que no son conscientes de que los peores enemigos para la conservación de un aceite de oliva virgen extra, son la luz, el aire y el calor. De tal forma que una manipulación deficiente del producto, puede alterar sus valores organolépticos y nutricionales.
Lo que sí parece evidente y necesario, es que esta norma que pretende que la formulación del aceite sea “uniforme” en toda la Unión Europea, sea difundida de antemano para que los consumidores conozcan y se formen en estas cuestiones de conservación del aceite de oliva.
Hay en reglas generales, una profunda ignorancia por parte de muchos consumidores, para identificar correctamente los distintos tipos de aceites de oliva que contempla la legislación comunitaria. Por ello es muy importante que antes se forme adecuadamente a los ciudadanos sobre las características de los aceites de oliva. Si los consumidores están adecuadamente formados, valorarán mucho más la calidad de un producto, y al mismo tiempo, se potenciaría la imagen de nuestro aceite de oliva virgen extra. Eso sí sería una verdadera estrategia de promoción europea.
Y por supuesto también se debería mencionar la marca y el origen de los productos, para evitar el posible engaño.
Es lo que la misma Comisión Europea, define en un eslogan “Enjoy, its from Europe” (Disfrútalo, viene de Europa), articulado en un proyecto de reforma de la política de información y promoción de los productos agroalimentarios europeos.
En fin, ya veremos…